Dr. Eric Ortiz | Responsable de Oncología Médica del CIF
El término cáncer de cabeza y cuello se refiere a los tumores que se desarrollan en sitios como la boca, la faringe, la laringe, la cavidad nasal, los senos paranasales, la tiroides, y las glándulas salivales. En conjunto representan aproximadamente el 3.6% de todos los cánceres que se reportan y cerca del 2% de las defunciones atribuidas a cáncer. De todos ellos, en nuestro país, los más comunes son el de cavidad oral (44%), laringe (31%), faringe (25%).
Se considera al consumo de tabaco como el principal factor de riesgo asociado a la aparición de estos tumores, las personas que presentan un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, han consumido tabaco por un tiempo mayor a 35 años. El riesgo incrementa al combinar consumo de tabaco con el consumo de alcohol, de esta forma cerca del 75% de los tumores de cabeza y cuello se relacionan a estos dos factores.
La mayoría de los casos de cáncer de cabeza y cuello se presentan en hombres con una edad promedio de 60 años, aunque la edad de aparición se ha reducido principalmente en el cáncer de orofaringe (zona que abarca la parte de la garganta, “anginas” y base de la lengua). En los últimos años este tipo de cáncer se ha incrementado en jóvenes no fumadores, lo anterior por una mayor incidencia de infección de garganta por el virus del papiloma humano(VPH). Por más grave que parezca, son estos últimos casos los que se relacionan con mejor pronóstico a comparación de los casos relacionados con el consumo de tabaco.
El VPH es un virus del cual se han identificado más de 150 tipos. La mayoría de ellos infectan la piel y son los responsables de la formación de verrugas, algunos tipos son de transmisión sexual, es decir, se transmiten con el contacto de los genitales. En la mayoría de los casos el sistema inmunológico puede combatir las infecciones provocadas por estos virus, pero en algunas personas la infección puede permanecer por mucho tiempo sin presentar síntomas y desarrollar cáncer en el sitio infectado. Se ha clasificado al VPH en dos grandes grupos: de bajo riesgo y alto riesgo (el VPH 16 y el VPH 18); esto depende de la probabilidad de generar lesiones premalignas como úlceras rojas (eritroplaquia) o placas blanquecinas (leucoplaquia) o incluso cáncer.
Los cánceres más relacionados con la infección de VPH son: cáncer de cuello uterino, cáncer de canal anal, cáncer de cavidad oral y cáncer dorofaringe.
Generalmente los síntomas y signos presentados en cáncer de cabeza y cuello están en relación a una úlcera o “bolita” que presenta un crecimiento gradual (las molestias presentadas dependen de las estructuras afectadas), cambios en la voz (ronquera), o tos crónica. Por lo anterior, muchas veces este tipo de padecimientos tardan en ser detectados ya que son confundidos con infecciones de vías respiratorias altas, cuerpos extraños o procesos alérgicos.
Algunos síntomas y signos producidos por los tumores de cabeza y cuello según el sitio de afectación son:
- Cavidad oral: úlceras no dolorosas, aftas, dolor en la boca, tumor o “bolita” que aumenta de tamaño y ocasiona molestia al comer; también se puede presentar desprendimiento de dientes.
- Garganta (orofaringe, hipofaringe): dolor de garganta, dolor al tragar, dolor de oído, ronquera, dificultad para tragar o sensación de obstrucción, tumor en cuello.
- Laringe: ronquera puede ser el primer síntomas, también pueden presentarse dificultad para tragar, dolor de oído, tos crónica.
El consumo de tabaco y alcohol también puede afectar otras estructuras como vías respiratorias y tracto digestivo alto, por lo cual, estos pacientes también tienen una probabilidad aumentada a comparación de la población general de presentar (al mismo tiempo, antes o después) cáncer de pulmón, o esófago.
En caso de detectar alguna anormalidad en alguno de los sitios comentados, es importante acudir con un especialista (otorrinolaringólogo) que pueda valorar la lesión o lesiones presentadas y solicite los estudios necesarios para llegar a un diagnóstico. En caso de confirmarse cáncer originado en alguna de las estructuras de la cabeza o el cuello, el manejo y seguimiento debe ser llevado por un equipo multidisciplinario donde participen expertos en oncología (cirujano oncólogo, oncólogo médico, radio oncólogo) con experiencia en tumores de cabeza y cuello.
CIF, Tus Aliados en Ciencia y Regulación.