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QFI Jacquelin Lizbeth Galicia Solórzano | Responsable de Calidad del CIF

El diagnóstico de cáncer es un antes y un después en la vida, ya que, esta cambia radicalmente. La enfermedad deja secuelas físicas, psicológicas, sociales, laborales, etc., que desarrollan necesidades difíciles de abordar y que en muchas ocasiones no están cubiertas o se desconoce cómo manejarlo durante los tratamientos y después de ellos.

Concretamente, el cáncer de ovario es una enfermedad cuyos síntomas son poco específicos, lo que dificulta el diagnóstico oportuno, la mayoría de los casos son detectados en una etapa avanzada y en un 70% de los casos se llega a presentar quimio resistencia y/o recurrencia. Esto hace que las pacientes con esta enfermedad tengan severos episodios de estrés y depresión, que afectan no solo su calidad de vida, sino el apego al tratamiento y el desarrollo de hábitos poco saludables; lo que, genera una mayor progresión de la enfermedad y en ocasiones, reduce la tasa de supervivencia.

Se tiene la percepción de que el cáncer significa muerte, pero hoy en día es posible cambiar esa percepción porque la vida después de un diagnóstico de esta patología puede ser activa, productiva, gratificante e inspiradora. Esto gracias a los diferentes tratamientos existentes, a un diagnóstico precoz, a los centro de investigación dedicados a la búsqueda de nuevas estrategias terapéuticas, a las unidades clínicas y a los hospitales con servicios integrales especializados en brindar la atención requerida para atender el diagnóstico.

Actualmente, la población superviviente de cáncer está en crecimiento. De acuerdo al Anderson Madrid (2020), desde la década de los 80´s, los supervivientes de cáncer y los médicos han intentado describir las etapas que atraviesan normalmente los supervivientes de cáncer. La mayoría, las desglosa en tres etapas:

  • Supervivencia aguda (vivir con cáncer): Durante este tiempo, los pacientes se someterán a tratamiento y es posible que se les invite a participar en un ensayo clínico para estudiar nuevos tratamientos contra el cáncer.
  • Supervivencia extendida (pasar el cáncer): Período posterior al tratamiento durante el cual el riesgo de presentar una recaída es relativamente alto. Por lo que se recomienda a los pacientes acudir normalmente al oncólogo de dos a cuatro veces al año, dependiendo de sus circunstancias.
  • Supervivencia permanente (vivir después del cáncer): Supervivencia después del tratamiento y a largo plazo. Durante esta etapa, la mayoría de los supervivientes vuelven a ser atendidos por su médico de atención primaria. Lo ideal es contar con un plan de seguimiento a largo plazo con el oncólogo para que su médico habitual lo ponga en práctica.

Es posible que lleguemos a escuchar “largos supervivientes”, esta etapa se refiere a aquellos pacientes curados que ya no reciben tratamiento y que al menos ha transcurrido un periodo de cinco años desde el diagnóstico.

Un indicador positivo, desencadenante de los varios decenios centrados en la búsqueda de tratamientos contra el cáncer, es el reto de ayudar a los supervivientes a lograr una calidad de vida adecuada durante y después de la finalización del tratamiento, tanto en los aspectos físicos, sociales, laborales, psicológicos y emocionales de forma multidisciplinaria e interdisciplinaria.

Wendy Landier (2009), se centra en comprender y mejorar los resultados de salud en los sobrevivientes de cáncer, recomienda que existan planes de cuidados de supervivientes con los siguientes enfoques:

  • Rehabilitación que optimice el potencial de salud del superviviente.
  • Vigilancia de la recaída para su detección precoz.
  • Intervención precoz de las complicaciones relacionadas con el cáncer y su tratamiento.
  • Promoción de la salud con la finalidad de reducir el riesgo de desarrollo de comorbilidades o segundas neoplasias.
  • Intervención por las consecuencias socioeconómicas del cáncer y su tratamiento.
  • Normalización del acceso al trabajo o escuela.

Vivir la vida con antecedentes de cáncer es algo único para cada persona y los seres queridos que han convivido con el cáncer. Sin embargo, hay un denominador común para la mayoría de ellos: la vida es diferente después del cáncer.

El Día del Superviviente de Cáncer se vuelve de suma importancia ya que es el resultado de la sinergia entre el carácter científico y social. Este día es muy importante y diferente a los demás por el magnífico ejemplo que los supervivientes nos aportan, con su gran valentía y apreciación por la vida; nos permiten reflexionar en todo aquello que hace posible la vida y nos permiten mirarla con orgullo, gratitud y empatía.

En el Centro de Investigación Farmacológica (CIF) brindamos nuestro gran reconocimiento y admiración hacia los Supervivientes y también ante las personas que lucharon, pero lamentablemente ya no se encuentran con nosotros. Quizá la resignación sea difícil por las apreciables memorias y por los conocimientos compartidos que nos quedan, con los cuales siempre debemos estar agradecidos y con gran alegría, abrazar el ejemplo a seguir. Apreciemos la vida y demos gracias por todas aquellas oportunidades brindadas, los protagonistas del Día conmemorativo del Superviviente de Cáncer son un gran ejemplo de lo valiosas que son las segundas oportunidades.

REFERENCIAS

Landier, W (2009). Survivorship Care: Essential Components and Models of Delivery. Oncology (Williston Park, N.Y.), pp. 46-53.

MD Anderson Madrid (2020). MD Anderson Cancer Center Madrid, Etapas de supervivencia en el cáncer, https://mdanderson.es/el-cancer/vivir-con-el-cancer/etapas-de-supervivencia-en-el-cancer

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